sábado, 6 de agosto de 2011

EL PAIS DE LOS ESPÍRITUS



Miguel Ruiz nos sorprende con una novela cargada de magia e intriga que nos acerca a la historia, las tradiciones y el alma de Haití, el bello país de los espíritus que debe encontrar su estrella para librarse de la maldición.
Un espíritu en Haití es mucho más que un espíritu. Es un alma libre, una corriente de energía que escapa de los templos, circula por doquier, anida en los rincones de las casas y se aloja en el interior de las personas. Hay muchas religiones en el mundo, pero ninguna como el vudú, donde el dios, el loa, se monta en el creyente, lo toma, lo maneja, lo mima y, si el espíritu quiere, le trae el bien. O el mal…Hay una parte del cielo que la gente niega, y a veces, nos topamos con ella sin quererlo. En mi caso, el cielo de Haití se abrió sobre mí y me arrastró hacia un destino insólito. Este es mi testimonio, y el de las personas que junto a mí lucharon contra una montaña de creencias en el país de los espíritus. Esta historia me vapuleó como una garra sombría, y por eso, mi intención al relatarla tal vez sea un deseo de autoprotección, un amuleto frente a esos espíritus que me acechan, un burdo deseo de que todo haya terminado.
Una novela imprescindible para comprender Haití.Un país fascinante y desconocido, Haití; una cultura milenaria; una sociedad de hechiceros cuyas raíces se pierde en la noche de los tiempos; el vudú; la leyenda de la flor de oro; un objeto que encierra un poder inconmensurable... Una novela magistral.Una obra original en la que cada uno de los tres personajes principales tiene su propia voz, y en la que terminan convergiendo para dar respuesta a los múltiples enigmas que surgen en la trama. Una intriga en la que las pistas reales se mezclan con las creencias. Se desarrolla en la actualidad pero hay muchas referencias al pasado, especialmente a la cultura taÍna y española. Esta novela nos sumerge en su historia mágica que viene de los tainos y se mezcla con las voces africanas y con los conceptos religiosos que llevaron a esas tierras los misioneros españoles.



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